sábado, 31 de mayo de 2008

Vivir la vida








A veces la gente disfruta poniéndose limitaciones. Yo misma tuve esta enfermedad en el pasado, aunque no fue demasiado grave, ni duradera la afección. Hay libros que no se pueden leer, películas que no se pueden ver, escritores censurados, poetas malditos y maldecidos, poetas benditos e infumables, programas de televisión prohibidos aunque una esté con fiebre y su cuerpo no dé para nada más. Mujeres que no han llevado ni una vez en su vida tacones ni maquillaje por si acaso dejan de ser feministas (como si fueran cosas totalmente opuestas), otras que jamás han salido a la calle con la cara lavada, por si encuentran casualmente al “hombre de su vida”. Gente que casi no sale del gimnasio y gente que, aunque le apetezca, no lo pisará jamás (porque ¿qué hace un intelectual en un gimnasio?, recupero una frase “opusiana”: pecado mortal). Nada, que la vida son cuatro días para perderse la mitad poniéndose complicaciones. A mí me gusta la gente auténtica llena de incongruencias, secretos y contradicciones, que igual sirve pa’ un roto que pa’ un descosío. Me costó años aprenderlo, pero valió la pena.


Pd: Ah y las faltas de ortografía me producen una ternura infinita!




martes, 27 de mayo de 2008

Noche extraña

Noche extraña. Vengo del Heliogabal de admirar el corazón valiente de una mujer, que canta como las hadas, con una mezcla entre fuerza y dulzura que me ha dejado patidifusa. Zahara (os pongo un link a su myspace) es una bomba de relojería de la que salen a la vez versos, confetis y pompas de jabón. A mí Zahara me saca las lágrimas, da igual si son de tristeza o de alegría. Llego a casa y me encuentro cara a cara con el sufrimiento, ya demasiado largo, de una de las grandes mujeres de mi vida. Desde aquí prometer que guardo el corazón de fieltro que me dio Zahara al entrar al concierto para ella. Para que, cuando todo termine, ayude a cicatrizar, aunque sea un poquito, a ese corazón tan valioso, pero tan lastimado, aunque tan fuerte


jueves, 22 de mayo de 2008

La Bola de Cristal

Una sonrisa de buenos días, por favor, para la que fue un gran ejemplo de libertad creativa: nuestra "bola de cristal"!

martes, 20 de mayo de 2008

Chris Cornell - Can't Change Me

Esta canción fue durante una temporada una de mis favoritas, y hoy ha vuelto de nuevo (y sin avisar) a sonar en mi cabeza. Todo un privilegio haber podido ver aquel concierto acústico de Chris Cornell hace ya mucho con alguien tan especial... Os la recuerdo, Lilith.

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!


Cuadro: El grito - Vicente Martínez

Estoy harta:

de mi escoliosis dorsolumbar

de mi dismetría pélvica

de mi rotación vertebral

de mi condropatía rotuliana (bilateral)

de mis ciatalgias (recurrentes)

de mis lumbalgias (recurrentes)

de mis cervicalgias de repetición

de mi fastitis plantar

de mis tendinitis (aquílea y rotuliana)

de los médic@s, los traumatólog@s, l@s osteópatas, l@s fisios, los rehabilitadores, el ergodinámico, la acupuntora, los antiinflamatorios, los reconstituyentes, las dietas sin lácteos ni gluten y de las malditas plantillas!!


AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!


sin embargo gracias a esa serpiente de hueso blanca y retorcida
cada día (unos más y otros menos)...

CAMINO.

lunes, 19 de mayo de 2008

¡Yo quiero vivir aquí!

Carl Warner- Foodscapes



y aquí...



y aquí...




Hijas de la tormenta

John Collier (1892)


Lilith, a pesar de...

Cae sobre el cinturón de herrumbre y la llave que mata el deseo.
Cae sobre la madre que camina buscando leche para el hijo muerto.
Cae sobre el campo de refugiados de la madre que camina,
y sobre todas las madres refugiadas
y las que subieron preñadas al cayuco,
el que las llevó a la orilla y el que naufragó.
Cae sobre los peces cadáveres de la costa de Canarias y de la de Cádiz
y de la de Málaga.
Cae sobre los ojos de los bañistas que fingieron huir por medusas humanas en descomposición.
Cae sobre el llanto añorado del bebé que se desprendió del vientre
ante el dolor de la impotencia.
Cae sobre el vientre de la estéril a pesar de los avances de la medicina
y sobre las que llenan orfanatos en china y ya han cumplido cuatro años.
Cae sobre la espera, la espera larguísima de la que ama lo perdido.
Cae sobre La Mujer Rota de S de Beauvoir.
Cae sobre las que amaron demasiado y se perdieron a sí mismas.
Cae sobre el maldito hombre espejo y su reflejo distorsionado.
Cae sobre Brigitte y Paula, Las Amantes, de E. Jelinek.
Cae sobre las que buscamos en la literatura una fingida vida paralela.
Cae sobre las que perdimos la conciencia del centro,
sobre las que sobrevivimos a la inercia y las que murieron en el intento.
Cae sobre las que se creyeron locas, las que lo disfrutaron
y la madre judía de A Ginsberg.
Cae sobre las que venden su sexo, las que lo alquilan o las que sufren su amputación.
Cae sobre los ojos del hombre que vio en la mujer una muñeca hinchable.
Cae sobre la venda que cubrió de objetos el alma de esa mujer.
Cae sobre la mujer que ve en su semejante a una enemiga,
sobre las que compiten por un pedazo de carroña que llevarse al sexo.
Cae sobre las heridas donjuanescas, las auto-provocadas fruto de la repetición.
Cae sobre las que perdieron el Norte y no por que quisieran
viajar hacia el Sur.
Cae sobre las enterradas por ser aprendices de top model con 30 kilos y catorce años.
Cae sobre la psicosis y la neurosis y la falta de profesionales.
Cae sobre la que quiso viajar y dio tres vueltas a su casa.
Cae sobre la que no viajó por gusto y se enterró en vida para olvidar la aldea.
Cae sobre las revistas religiosas, y la mujeres que las ofrecen en grupo.
Cae sobre el concepto de pecado, cae sobre Eva sumisa, y el hombre que borró de la Biblia a Lilith

a goterones sordos cae el agua.

sábado, 17 de mayo de 2008

facunda


Una buena amiga, polifacética, ha emprendido una aventura musical. El resultado es facunda, simplementes delicioso. Os animo a dar una vuelta por su myspace. De allí saco el texto que los define. Espero que os guste.

facunda es una sombra, algo que se escurre, lo que queda de uno cuando se va, lo que crees ver cuando no miras. facunda estornuda penas, ríe verdades, esconde besos, los ignora mientras busca con los ojos a una persona que no pasa. facunda silva, coge el metro, trabaja poco, vuelve a casa, piensa, sonríe, regaña, fuma porros, los deja, enferma, sana. facunda esta sola y acompañada. facunda es uno y trina; es antes durante y después; arriba y abajo; a un lado y al otro; nula e infinita; armónica y disfónica... facunda te observa e ignora, depende. facunda eres tú, soy yo, no es nadie, rayo de estrella, residuo de pesadilla mañanera, fobias y anhelos, amistad... puede que facunda sea sobre todo eso amistad, música. los demás y tú en medio.

viernes, 16 de mayo de 2008

No sé... pero duele


Autor Stephen L. Haynes

Lilith


se ha caído del árbol rojo


donde trepaba...



...está triste y dolorida pero sabe que tejer cicatrices es parte del proceso de regeneración





jueves, 15 de mayo de 2008

Una vida es una vida.

Tras el asesinato del guardia civil ayer en Euskadi, que condeno firmemente como condenaría cualquier otro asesinato, abro un espacio a la reflexión: una vida es una vida.

La muerte no tiene reparación y crea un daño brutal a una familia vertebrándola de manera salvaje.

Desde ayer he oído en la calle comentarios de todo tipo: que si se lo merece por ser guardia civil, que él ya sabía a lo que se exponía, que en una guerra hay daños colaterales, que se puede lamentar pero no condenar porque esto implica seguirles el juego a fulano y mengano.

Y yo me pregunto:

-¿estamos en contra de la pena de muerte? Yo por lo menos sí, venga de donde venga. Esto es un tipo de pena de muerte, tan patético y condenable como cuando ocurre a la inversa.

- ¿se lo merece por ser guardia civil?, por la misma tónica se merecerían los miembros de ETA la muerte y la tortura si nuestro punto de vista político fuera diferente. No es que yo tenga ninguna simpatía por los cuerpos de seguridad, sino más bien lo contrario; pero, entonces , el que piensa que los indigentes son basura, ¿tiene derecho a matarlos?, sería una tónica parecida.


- ¿él ya sabía a lo que se exponía? de la misma manera justificaríamos la violación de una prostituta, me niego.

-¿Se puede lamentar no condenar? No, el lamento implica un pero... lamento que su marido la asesinara pero... no se llevaban bien, ella le era infiel... basta ya de esta hipocresía: condeno.

-Yo no voté en las pasadas elecciones por decisión propia de acuerdo con mi pensamiento político y no por seguirle el juego a ETA como algunos nos querían hacer creer, ahora condeno el atentado por decisión propia y no por seguirle el juego al psoe, pnv, pp, etc.

Bueno, se abren vías de reflexión, ya me diréis.

martes, 13 de mayo de 2008

Georgia on my Mind.

Un auto-regalo para mí que hoy ha sido un día duro. Gracias Ella, Lilith.

domingo, 11 de mayo de 2008

Este agüelo! (un relato de Amor)



A mis abuelos Landelino y Ángeles, por tantos años de dulzura.

Hoy has madrugado más que de costumbre. Te has levantado de la cama y tras mirarme a los ojos me has dicho “m’em vaig a buscar la meua dona”. Yo he pretendido pararte, te he dicho “on vas güelo?, que no veus que encara es de nit?” y he hecho un esfuerzo por levantarme rápido de la cama. Entonces, he oído la puerta de la entrada cerrarse de golpe. Como he podido, he cogido el andador y me ido arrimando a la ventana del comedor, para ver por dónde te ibas. Me he quedado un poco más tranquila al ver que cogías el camino del parque, tu parque y he intentado llamar a “les filles” pero no me he aclarado con el teléfono.
Al rato has vuelto con Angelita, la “filla menor”, que te ha encontrado cuando iba al trabajo. Me has dado un "beset xicotet" y te has sentado, así como ibas, con batín y pijama, en tu sillón a echarte un sueñecito. La filla te ha dicho: “pare, vol vosté el desayuno?” y tú le has respondido que no, que estabas “molt cansat”. Me ha explicado nerviosa que te había encontrado con un vestido mío, los zapatos y un paquete grande, de los de dormir, en las manos ,sin bolsa alguna. Yo, he hecho circulitos en la cabeza con un dedo, y le he sonreído. Me hace gracia que todavía me busques de esa manera. Ella me ha dado un “beset “y se ha esperado conmigo hasta que llegara Dora, una de las chicas que nos cuidan, la que me peina y me hace masajes.
A las dos horas te has despertado y has gritado: “Que ací quan se dina?” y yo te he dicho, “güelo, que encara es promte, vols jugar a les cartes?”. Me has dicho que no, que después, y te has comido con ansia un plátano y un yogur que te ha traído Dora, Ay, si me hubieran dicho que algún día comerías yogures con el “fastic” que te daban. Te he visto “mossegar” con dificultad y he pensado que tal vez habías olvidado ponerte los dientes. Me ha entrado la risa. Este agüelo! Mira que estás pito con 94!
Me he quedado dormida y he soñado que venías con el camión. Estabas tan guapo, tan alto. Tenías otra novia la Joaquina, pero yo “molt pita” te conquisté bailando el “ballpla” en las fiestas de Morella, y te casaste conmigo. De repente estábamos en el campo, en nuestra primera casa, yo trabajaba la tierra y tú dabas de comer a los animales. “A Angelita li feian por” las gallinas. Has tosido y me he despertado.
Te he mirado como te levantabas poco a poco y caminabas después ágil a encender el televisor. Hemos visto la primera cadena, porque ya no sabemos cambiar de canal y han dado un concurso de esos que tanto nos gustan. Hemos aplaudido a las respuestas hasta que “ens han cridat per dinar”. “Vamos güela, güela”, me has dicho. “Ay, ay ay, ay”, para que caminara más deprisa, mientras me pellizcabas el cul. Me he reído un rato: Este agüelo!
Después de comer hemos echado una siesta y a “les cinc” ha venido una de las nietas que vive en Barcelona. Tú, le has preguntado si ha venido sola o con el novio y te ha dicho que sola. Le has hablado de amor y le has dicho que después irás a pasear con la novia (yo), o si no con otra novia nueva, una viuda que te persigue con la que te irás cuando te canses de la agüela. La “neta” te ha seguido la corriente, como todas, y te ha dicho que la agüela seguro que es más guapa y yo me he puesto colorada y me he reído. Este agüelo!
Después del paseo (hemos dado la vuelta a la manzana), hemos visto de nuevo la tele, y tú has leído todo lo que salía escrito en la pantalla. ¡Qué bien lees! y “quina fam que tinc!”. Dora nos ha dado de “sopar” a las ocho y a las nueve y media, sin avisar, has dicho que te ibas a la cama y “la agüela també”. Como aun no había llegado la filla para dormir, me he ido a la cama contigo para que no te enfadaras, y no he podido ponerme el camisón. Así que me he acostado vestida hasta que te he oído roncar. “Quins pulmons!”. Ay Este agüelo!

sábado, 10 de mayo de 2008

La abuela Dolores


Autor Juan Cordero Ruiz

La abuela Dolores, que nació hace dos siglos, era una andaluza de pura cepa con moño y delantal. Vestida siempre de negro, promesa de un luto que no era por mi abuelo que estaba vivo, rezaba el rosario con el mismo fervor que recitaba poemas o tarareaba antiguas canciones de tradición oral. La abuela Dolores, mi abuela, era mujer de aldea y culta, y no porque leyera mucho (que leía), sino porque el haber parido 10 hijos, perder tres, pasar la guerra, ser arrancada de tu aldea y trasplantada a otro lugar, enseña mucho, si no demasiado. Mi abuela no perdió jamás la sonrisa de su boca, ni se cortó el cabello que le llegaba a la cintura y a sus ochenta y tantos todavía era más negro que gris. Hoy sería el cumpleaños de mi abuela Dolores, mujer donde las haya, una de las responsables de que yo fuera, con apenas tres años: la niña-diccionario.

Nostalgia


Este texto lo escribí hace unos años, hoy llueve tanto que me apetece rescatarlo y compartirlo con vosotras. Un beso, lilith


When Benjamin Franklin was dining out in Paris, one of the other diners posed the question: "What condition of man most deserves pity?" Each guest proposed an example of such a pitiable condition. When Franklin's turn came, he offered: "A lonesome man on a rainy day who does not know how to read."

Llueve sobre Barcelona. El ruido de los goterones perdidos golpeando un trozo de plástico me despierta. Hace tres días que no me aguanto a mí misma. Supongo que he llegado al final de la escalera. Allí donde la única opción es subir. La lluvia no parece para nada casual, sino, más bien, una advertencia. Si por lo menos pudieras llorar, me digo. Otra melancolía de persiana. De ésas eternas, de las tuyas. Recuerdo los cuatro brazos q me mecen a intervalos desde hace tres semanas. Siento una mezcla extraña entre agobio, rabia y vacío. Ha llegado la hora de cerrar historias. Un escalofrío me recorre la espina dorsal. ¿Será verdad q necesito estar sola? Me río del absurdo de la frase. Me río de mí misma. Es entonces cuando lloro. Tal vez podría sucumbir al nihilismo de tardes enteras delante del televisor. Hace tres días que no me aguanto a mí misma. Me siento frente al ordenador y soy incapaz de escribir nada. La misma acción desde hace dos semanas. Si no escribo me muero... Respiro hondo. Recuerdo un verso de Bernardo Atxaga: hay días malos en la vida... Voy a la estantería de los libros, busco aquél q me salve. Poesía será como en las situaciones de emergencia... Tres días sin aguantarse a una misma son una eternidad... toda regla tiene sus escorpiones.

viernes, 9 de mayo de 2008

PALABRAS


A veces la distancia no es más que un salto pequeño, lo que a una le supone levantar la pierna y apoyarla en el suelo sin dolor. Algo tan simple como una llamada de teléfono para escuchar a alguien que te necesita. A veces la vida es igual que el dolor de rodilla crónico que padezco, te sorprende en mitad de la noche con un susto, o en mitad de la mañana con una llamada que te salva de un incierto destino. No sé si es una cuestión de energía, pero estoy convencida que todo lo bueno que das vuelve de otra manera. Yo cuido, y otro me cuida y el destino se encarga de todos. Y cuando algo es adverso, el que lucha contra su sino, no aprende más que el que se deja llevar. ¿Es justa la inercia? ¿Es el mundo una cuestión de casualidad? Demasiado triste dejar en manos de los dioses la inocencia, la ternura, la sexualidad e incluso la tragedia. He aquí mi mano, la mano de una mujer, porque últimamente todo son mujeres, resurgiendo triunfal de las cenizas, sacudiéndose el polvo del pasado, rascándose el recuerdo de unas alas que nunca debieron desaparecer. A veces me olvido de que soy capaz de volar, y de que hay ascensores y paracaídas, además de huecos de escalera. No sé por qué, pero hace un par de días que he vuelto a creer en las palabras.

domingo, 4 de mayo de 2008

Noche loca


Dios era negro y venía por partida doble.

Hace tres años que no vivo de y para la literatura. Reconozco que ha sido un respiro pero, a veces, recaigo con gusto en mi droga y me sorprendo de lo fácil que es levitar en un mundo paralelo. Cuando viene así, sin forzarlo, sin proponérselo, sin asfixiarte, reconozco que el reencuentro con esta faceta de mi vida es de lo más placentero y sorprendente. Os pongo en situación: viernes por la noche, juerga salvaje, dios era negro y venía por partida doble. Usaré de nuevo la palabra efebo que ya había desterrado de mi vocabulario y usaré de nuevo la palabra objeto para definir a un hombre- cuerpo, obra sin acabar, materia prima para esta mente de pigmaliona obsesiva que crea y se recrea.

Estoy bailando dentro de un poema visual. Reconozco mi amor pasional por la negritud y me deleito con lo que queda de tribal en la danza de dios. Lo juro, no soy descarada, pero no logro pasar desapercibida. No sé mirar de reojo, yo observo, memorizo, fantaseo, descuartizo la imagen si hace falta. Dios se da cuenta sonríe y se desvanece. Menos mal que venía por partida doble. Observo ahora, voyeur como siempre, los calzoncillos que asoman del pantalón del efebo número dos. Mi hombre (el de verdad) se percata, me pega un codazo y se descojona. Sigo disfrutando del baile primitivo al que me ha llevado la música y el número elevado de dioses que ahora habitan la sala. Cuántos años sin un instante de mi famoso “amor universal”, donde la belleza inunda todo lo visible y lo invisible, y una se siente terriblemente dionisíaca y pagana.

Todo termina. El efebo segundo, novia en mano, me dice que no puede irse de la sala sin despedirse de mí, dos besos fraternales y la tranquilidad de ver al hermoso cubano marcharse convertido en puro mortal. El poema ha acabado. Giro la cabeza y busco al hombre que comparte mi vida. S, a su bola como siempre, cierra lo que para él también ha sido una noche memorable (hablo de música). Me alegro tanto de que sea humano y táctil y de no haberlo convertido jamás en literatura. Me sonríe a lo lejos mientras le ayudo a desmontar las cosas del concierto. Mejor “hombre” que muso, me digo. ¡Donde va a parar!