jueves, 27 de marzo de 2008

Andaluces de Jaén - Paco Ibañez.

Hoy tengo una nostalgia andaluza terrible, esta canción era para mí la mejor nana que, guitarra en mano, mi padre nos pudiera cantar; sirva de homenaje a mi abuelo Antonio y a otros tantos miles de andaluces emigrantes como él...

miércoles, 26 de marzo de 2008

Nada



Cuadro Joan Fernàndez

nada
abro los puños
desato las tiras de carne de los dedos

pienso que sería bueno no pensar
no pienso
el gato que odio duerme en el tejado
de zinc

camino en cuclillas
me arrastro
me encojo como una fregona

miento
me miento

empiezo el final de la cuenta atrás

no hables
¡NO HABLES!

¿has escuchado alguna vez el grito del loco?
haciadentro
golpea como la tripa de la medusa
haciadentro

pienso que sería bueno no pensar
no pienso

doy demasiadas vueltas a todo
damos demasiadas vueltas a todo

nada
blanco sobre negro
la gata sobre el tejado
de zinc

¿escepticismo o enciclopedia?

vacío
vaciiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiío

haciadentro
como la tripa de una medusa
medosa
miedosa

como todo

nada

sábado, 22 de marzo de 2008

Semana Santa


Tengo demasiado frío. He salido a la calle a encontrarme con los muertos. En el pueblo de mi padre, en viernes santo la gente se pone corbata. En el pueblo de mi padre estos días suenan tambores y saetas.

No soy creyente, al menos eso creo. Pero necesito un puente que me permita deshacer los pasos, volver a mis raíces. Encontrarme cara a cara con mi abuela Dolores que lleva más de 20 años muerta y todavía resuena en mi cabeza. Ella, que no podía salir de casa, escuchaba cada domingo la misa por televisión, tal vez por eso en estos "días sacros" me asaltan los recuerdos de su larga melena de mujer andaluza y sus polvos de talco.

Barcelona está desierta y llena de guiris. Entro en la iglesia de San Agustín y pongo una vela. Luz para otra gran mujer. Este lugar es especial, tal vez porque es una iglesia pobre y la misa la siguen filipinos, tal vez porque como yo creo, fuera en otros tiempos lugar de celebración de ritos paganos. Hay algo hermoso en su campo magnético que me llena de paz.

Salgo a deambular buscando a mi tía Morena que murió hace unos meses, a mi abuela Dolores y a cientos de mujeres andaluzas, lorquianas, que sobrevivieron o sobremurieron al desarraigo y la tragedia. Paseo por la calles y no las encuentro. Nada que huela a arroz con leche o roscos de Semana Santa.

De repente oigo tambores. No puedo escapar a mi júbilo. Son los humildes pasos de la iglesia de San Agustín, llevados en alzas por muchos costaleros chiquititos. Es extraño ver a una Virgen balanceándose por el centro de Portal de l’Ángel, acallando a las tiendas. Las mujeres que la siguen, de negro muchas, y muy bajitas, gritan: “Guapa”, “Guapa” al paso de la Macarena. Apretaditas y orgullosas hablan a su Madre bajito en andaluz… Siento una extraña mezcla de contradicción y seguridad. Hace calor. Ya puedo volver a casa.

jueves, 20 de marzo de 2008

El abuelo Antonio


Al nacido en aldea lo cría el horizonte
y se lo lleva un tren
cualquiera
cualquier tarde.
JUAN VICENTE PIQUERAS Aldea


Creo que tengo cinco años. Espero en la salita de papel de flores, junto a la abuela Dolores y dos o tres canarios, la llegada del abuelo Antonio.
El abuelo Antonio siempre trae dos cosas en los bolsillos de su chaqueta: fresones de gominola y una bolsa de gusanitos risi. Hoy son las doce del mediodía y vuelve de hacerle una visita a su mejor amigo en la ciudad: el tren.
Como cada día se ha puesto su sombrero de caballero andaluz y un clavel rojo en la solapa de la chaqueta. Ha cogido un bastón (esto no sé si me lo invento, porque no lo recuerdo) y ha cruzado la ciudad entera andando con brío hasta llegar a la estación.
Allí se ha sentado en un banco de color verde y ha esperado paciente la llegada del Torre del Oro. Los revisores y el personal de la estación le saludan con respeto: “¿Qué tal está usted señor Antonio?”. “Mu bien, aquí, ná más, a ver si el tren dichoso trae a alguien que conozca de mi tierra”.

martes, 18 de marzo de 2008

Friego los platos con Bill Evans


Mañana de martes. Reconozco que hoy es un día extraño. Espero una llamada importante de la administración, lo que es casi peor que esperar la llamada de un amante, porque aquí una no puede ir montándose películas mientrastanto, sólo le queda la opción de desesperar. Me dispongo a la aburrida y rutinaria tarea de fregar los platos, al menos en mi caso. Doy play a lo que sea que haya en el magnetofón azul. Suenan las primeras notas y agradezco a mi amor este regalo inesperado que cada día es descubrir qué música utilizó como inspiración para preparar la cena. Confieso que la pureza del sonido de Bill Evans a estas horas de la mañana me deja desconcertada. Tras los primeros fraseos me pongo triste, mejor dicho melancólica y es que la belleza cuando es superior me provoca a menudo este sentimiento. Continuo fregando los platos al ritmo de unas teclas cada vez más precisas que parecen estar situadas en mi esternón. Pienso en la suerte entre comillas que tuvo Bill Evans de ser blanco, en lo que influyó a la hora de no ser recordado por su adicción a las drogas y a los fracasos sentimentales, sino por su técnica, su magia o su experimentación. Bastante distinto el trato sensacionalista que recibieron de los medios muchos de sus amigos, grandes músicos contemporáneos negros. Y en esto ando cuando el saxo vibrante de Stan Getz en Funkallero me saca de mis disertaciones. La emprendo ahora con la asadora que ofrece una dura resistencia al estropajo y vuelvo a la vida real al tiempo que doy golpecitos con los pies.

lunes, 17 de marzo de 2008

THE CHERRY BOPPERS, bolazo único

El sábado tuve la suerte de presenciar un bolo de esos que te dejan un buen cuerpo (eso sí destrozado de bailar)para días. The Cherry Boppers son una banda de Bilbo capaces de una conexión con el público inigualable. Magníficos músicos por separado, se dejaron la piel sobre y debajo del escenario. Excepcional duelo de saxo frente a bajo. Irrepetible. Para que os hagáis una idea os cuelgo un vídeo de su actuación en Jazzaldia. Buscadlos en su MySpace o en su web thecherryboppers.com y oiréis su deliciosa "pulguita"

jueves, 13 de marzo de 2008

Albert Compte recitando sus poemas

Albert Compte, definido por la Maga como un ácrata visionario, era un poeta amigo que falleció hace unos meses; su voz todavía resuena en las cabezas de los que lo conocimos. Cuelgo un vídeo realizado en su homenaje que contiene imágenes, editadas por Diego Dussuel,tomadas entre 2005 y 2006, en recitales realizados en Girona y Olot, y de alguna participación televisiva. Gracias Albert por el legado de versos que nos dejaste... hasta siempre!

miércoles, 12 de marzo de 2008

Billie Holiday, My Man

Para mi hombre, ese gran ser humano que siempre está ahí, especialmente cuando las aguas son turbulentas y las emociones a duras penas se contienen... gracias por todo y disfruta!

CUPLÉ DE PENAS (en el Séptimo Infierno)



Este poema fue escrito a cuatro manos por Madame H y Lilith una noche de desenfreno en la Concha del Raval hace ya muchos años. Espero Maga que te haga sonreir...


En la boca del infierno
los bostezos se pagan caros,
Madame H espera en su taburete
ignífugo
la llegada de un Mr Hyde sediento.

“Es la hora de la muerte...
benditos sean los cadáveres de la noche,
es la hora de la muerte...
benditos los que bailan plenilunios
olvidando su orgullo,
es la hora de la muerte...
y ni siquiera tengo nombre”.

Sueno hueca,
a nocturna absenta,
en algún rincón del Edén-Infierno,
me transporto junto
a los cuadros de La Bella Otero
- mi querida Sarita -
y beso, con esa peca
junto al labio, los ojos
slanted del artista de turno.
“¡Es mi triste canción...!”.

Un vino tinto
en el centro de mi taburete,
mis caderas ibéricas
son 24 kilates de música
(inefable son,
sonrío en Calígulas hacia Hécate,
mi conjuro selenita:
“esta noche
romperé mis botas astronautas
en tu espalda y en mil añicos
bullirá el suelo”).

Cuando te conocí
- mi único amor- vestía
lentejuelas. Ahora me despedazo
sobre un son suplicando
(nueva sed) un hombre
que te llegue a las rodillas.

“Maldito calor”,
se nota mi séptimo infierno.
Despliego, diablesa,
mis alas rojas
de cien mil abanicos silvestres
y recompongo
el puzzle - ya soy toda una experta -
de mi rostro banal.
(Dos neuronas tiran más que cuatro tetas...
complejo de Gulliver en Lilliput)

Huelo
serpientes enrolladas
en genitales masculinos:
“Júrame que eres bisexual”.
El fantasma
del hombre falo (mi querido
escultor) circula por la sala:
“Rubia, ¿bailas?”.
“No, sólo a cambio de vida”.

Mi Madame H, metafórica, lánguida,
pasea su mirada omnipresente
por la plebe del paraíso.
Acuarios de curvas,
sudor esperpéntico en viriles sombras...

¡Que le den candela
a la guiri que, torpemente,
restriega su abismo
en la espalda de payasísimo!

¡Que las serpentinas de saliva
alcen su beso torniquete
de sonámbula ambrosía
y nadie observe
este maravilloso cerebro que oculto
tras la minifalda
- piedra filosofal -!

El perro verde enamorado
aguarda en su rincón mirándome,
lascivos sus cabellos larguísimos
supuran tacto
para mis manos mortecinas,
y su cinturón-polla
cuelga ansiando la constelación
de mis ovarios fucsias.

Comienza el juego:
la rubia (de cinturón de hebillas)
mete caderas,
la noche tiene hambre...

“Adorada lujuria, sométeme”.
Busco la sórdida autocomplacencia:
soy la loba intelectual...
“¡Qué dulce el olor pestilente
de la carne fácil!”.
Diosa caída,
me retuerzo, serpientísima,
sobre mi ego post-fálico.
“¡Amor, amor,
qué embrujo muestras
tras el jeroglífico de un nuevo iris!”.
Rítmico devenir
en el cosmos nostálgico de Narciso:
es el infierno de la jungla.
“¡No estoy reflexionando, coño,
soy poeta!”.

“Soy la curva arabesca,
la cíngara acuedúctica,
lloro mercuriales lágrimas
y abro mi alma
al desenfreno de la vulgaridad
porque tú – amor de mi vida –
hace dos años (hubiera
dicho siempre) que no existes”.

sábado, 8 de marzo de 2008

Feliç dia de la dona


a todas las increíbles mujeres que me rodean, os quiero!