
¡Así de preciosa es mi nueva sobrina!
PARA VER CRÓNICA DEL PARTO, id al blog de Martita:http://www.ladocqueen.blogspot.com/
Mi padre cuenta que nació muy pequeño, según él pesando medio kilo, y que a mi abuela Dolores le dieron una caja (de zapatos) tras parir para que sirviera para enterrarlo. Era el décimo parto de mi abuela, que ya tenía 42 años, y eran tiempos muy difíciles: 1941. Mi padre explica que mi abuela, matriarca andaluza de muchos recursos (y no precisamente económicos), le dio el pecho hasta los cuatro años, e incluso recuerda el lugar donde le llevaba a mamar ya mayorcito. “Allí en Andalucía, en la aldea, los críos mamábamos mucho, hasta los cuatro o cinco años, no ves que había hambre y no había comida”.
Mi abuela materna, que padece un Alzhéimer ligero, pero que recuerda el pasado a la perfección, me cuenta que mi madre (parida con diez meses, como todos sus hijos) mamó por lo menos hasta el año y medio (y eso que ya vivían en la ciudad). Ella fue lo que se llamaba una madre de leche (en Castelló: mare dida). Relata:“ yo siempre daba de mamar a tres o cuatro. En el pueblo las madres a las que se les cortaba la leche (por un susto, apunta) iban de una mujer a otra para que sus criaturas tomaran el pecho y no murieran”. “Teníamos hermanos de leche”, apunta mi madre, mientras yo reflexiono sobre lo que hemos perdido. "¿Y tenías leche para todos abuela?", pregunto sonriendo. “Pues claro, ¿no iba a tener?”, contesta rotunda devolviéndome la sonrisa: “Y tu hermana Sara, ¿aún está entera?”…
Hidden_Beauty_by_Windcharmer
Nosotras,
las que caímos tantas veces que creímos ver cromosomas nuestros en el suelo, las que nos acostumbramos a nadar con el asfalto por las rodillas sin reparar en los cascotes, las que nos despedimos del abismo con la esperanza de que fuera (por siempre) la última vez, las que estamos sanas porque nos supimos enfermas, las que nos agarramos a la última cuerda del penúltimo naufragio y logramos trepar, de nuevo, al bote salvavidas, a pesar de…
Nosotras,
las que acariciamos con vértigo la locura pero nos pusimos a salvo por los pelos...
¿Qué podremos darles a las vivas?
A las que no supieron antes del inmenso dolor de la llaga que cruje, a las que llegaron tarde repetidas veces a la silla de la malquerida, a las que no enfermaron nunca porque se necesitaban sanas, a las que no pidieron ayuda porque siempre estaban sujetándonos la cuerda…
¿Cómo ayudarles a resucitar?
Inauguro nueva sección para hablar sobre mi curro y compartir experiencias que un día te dejan feliz, otro te cabrean, al siguiente te hacen llorar, pero casi siempre te dejan patidifusa.
Empiezo por unas frases célebres, son muchas más, que se me han quedado grabadas:
-“Teacher, ¿tú de quién eres?, ¿de Bisbal o de Bustamante?”
-“Ésa es la profe que se cuela en el metro, je, je”
-“¿Cómo te llamas? x ¿mierda? ¿has dicho mierda?”
-“El problema de mi hijo son las mujeres, ¿lo entiende usted?”
-“senyoretaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!” (alumno de nocturno, 23 años)
- “Hoy mi amiga x no puede salir a la pizarra (en bajito: son cosas de mujeres, teacher, capito?)”
- “Aquí hay dos bandos: profesores y estudiantes, y tú estás en el bando equivocado” (lo dijo “la Hitler”, mi primera jefa de departamento, apodada así por sus alumnos/as)
- “Tu móvil en el mercado negro vale…… Tranqui teacher, que a ti no te vamos a robar. Pero si necesitas una traductora o una bici, tú pide, ¿vale?”
- “ Ei profe, ¿has visto? Hoy no he venido “fumao ” por ti”
-¿Teacher, tú tienes novio?¿ o… novia?
- “Pero ¿es que no lo entiendes, teacher? Tú nos quieres…”