miércoles, 30 de julio de 2008

JUST YOU, JUST ME


Para Fire.

“Just you, just me
Let's find a cozy spot
To cuddle and woo...”

Nat King Cole



“Al Séptimo Infierno”, dijimos a dúo con las voces todavía excitadas. El taxista, chicano, adicto a Elvis Presley, nos miró de reojo y apretó el acelerador. Supongo que olíamos a sexo, que nuestro aliento dejaba escapar vahos lascivos de whisky del bueno, que la música - que aún sonaba en nuestros oídos - se deslizaba fuera de nuestras cabezas olvidadas con el pudor en casa. No podíamos dejar de acariciarnos, nuestras manos se movían solas desobedeciendo la compostura del resto del cuerpo.
Eso debía pensar el taxista, que transportaba cuerpos, por el modo en que observaba los pechos desnudos de Nerea, que quedaban al descubierto sobre su desabrochado vestido de leopardo. Just you, just me, la maravillosa canción con la que habíamos sincronizado los últimos orgasmos de la tarde, seguía sonando ininterrumpidamente en el cuarto gris junto a las falsas promesas ¡Qué fácil jurar amor eterno oyendo un blues, lo habíamos hecho tantas veces!... Pero ahora, sólo éramos seres que se dirigían, frenéticamente, hacia el infierno (si es que no vivíamos perpetuamente en él). La vida era jazz. El resto, todo lo demás, era la muerte...
El Séptimo Infierno estaba a reventar - como todos los séptimos infiernos del mundo, allá donde estuvieran, en París, en Nueva York, en el Bourbon Street de Nueva Orleáns - repleto de hombres y mujeres endemoniados, que movían sus cabezas y ondulaban sus cuerpos sensuales con determinación. Bohemios enfermizos, fanáticos del bop, locos y locas que sólo allí tenían sentido, parásitos del negro, del rojo, del terciopelo, adictos a las botas de serpiente y a los zapatos bicolor...
Un olor agradable a sudor humano invadía la sala, cientos de pechos femeninos se movían, de derecha a izquierda, liberados del sujetador. Todo es místico en el jazz. El jazz es dios, maldito, omnipresente, más pagano que nunca. La voz desgarrada de una mujer, tarareando I Didn´t Know What Time It Was , hacía susurrar en la oscuridad miles de caderas solitarias. El humo acariciaba los rostros sudorosos, mientras la cantante contraía su cara, acentuando todas y cada una de las sílabas, como en un orgasmo perpetuo. Un instante después, Mike el gordo, trompetista negro de origen cubano, violaba el ambiente con su sonido extático. El mundo se detenía y nos recordaba que estábamos perdidos y que así de apetecible era el abismo... Mientras, en algún lugar, en alguna habitación perdida de algún Harlem del mundo, en su Séptimo Infierno particular, alguien más hacía el amor con Nat King Cole...


Pd:Texto e ilustración pertenecientes al libro Hedonia autoeditado conjuntamente con Joan Fernàndez en el año 2006 y publicado por elguantenegro. Gracias a mi hermana, la Doctora Queen, por ser uno de nuestros mecenas.


8 comentarios:

doctora queen dijo...

De nada baby, un placer. Sabes que todo lo mío es tuyo.

Myriam M dijo...

El placer es tener una hermana como tú doctora.

J.Mares dijo...

Endiablado ese texto!! Me pareció perfecto, Lilith. Un besazo, Javi

Arcángel Mirón dijo...

Me encantó, Lilith. Mucho.

Diego dijo...

En todos tus relatos sabes lograr la atmósfera adecuada. Y creo que en literatura eso es muy difícil de conseguir. Un abrazo.

Tristancio dijo...

Qué ganas de perderme así, y no así, como me pierdo...

(Estamos a mano, también me ha gustado mucho tu casa... por todos los que se han ido (unos chilenos también, vaya), uno que se asoma).

Saludos.-

Dejame que te cuente dijo...

Ay..
gracias lilith..
que he hecho yo para tener esta suerte de que me dediques un post?..
es curioso...
siempre hay alguien mas haciendo el amor en este preciso momento en alguna parte del mundo...
algunos simplemente estaran fornicando...peor otros estaran haciendo de verdad el amor..
hay diferencia...
no es lo mismo...
a que no?

tus relatos tiene el magico poder de sacarte de tu casa...de tu silla y meterte de lleno en el escenario anrrado..
lo haces genial amiga...
KIERO MAS...

estoy mejor...
poco a poco...
ando aun dispersa...despistada y con la cabeza en otra parte..
llorona y con un dolor increible en la cabeza...
pero muuuucho mejor..
dispuesta a coger a este toro por los cuernos....
pasara...como todas als cosas malas de la vida....

un besazo enorme...y gracias de nuevo..

P.D...si tienes oportuniddad....otro besazo a esa belleza que tienes en el lateral...si...la de los calzones con lunaritos blancos..
mmm...dan ganas de comersela de un solo ñammmm...
:-)

Anónimo dijo...

Me ha encantado como has creado la atmósfera creía estar dentro de una película de David Lynch.
Gracias por tu visita, yo con tu permiso, me sigo pasando por aquí.