domingo, 13 de abril de 2008

DANZAterapia


Para danzar, que no es bailar, hay que tener pasado. Una cierra los ojos, se sumerge en la música tanteando y va dejando poco a poco que las imágenes invadan la mente y salgan a través del cuerpo a su manera. Entonces una, que siempre ha tenido una excesiva facilidad para evadirse en diatribas, se afianza y se escucha. Tengo 35 años y hace tres semanas que he aprendido a danzar (que no es bailar). Mentiría si dijera que no vivo en un mundo de imágenes, porque toda mi literatura viene de ellas, aunque sea de la sombra que deja una palabra. Pero hasta ahora sólo sacaba las imágenes con palabras, de ahí tanto dolor imposible de escribir (porque no puedo escribir sin distancia) e imposible de centrifugar para que lo suavice el olvido. Desde hace tres semanas he aprendido a danzar y, con algo de recelo todavía, a liberarme de fantasmas antiguos y nuevos, a darme cuenta de que mi cuerpo existe para algo más que sujetarme la cabeza o ser mirado en el espejo, en fin, a ser un poco más humana, que de eso se trata.

3 comentarios:

La Maga Juglaresa de Carabás dijo...

Danzar siempre libera... Como en esa película de gitanos, Tarantos, uno tendría que vivir danzando. Para eso hay que caminar sin bolso, con el cuerpo relajado, alguna música en la cabeza y mucha felicidad en ciernes.

Me apunto esta idea y pienso "voy a danzar cada día... hasta que muera".

Un beso, Lilith.

Esther dijo...

Estimada Lilith, un blog y un post muy interesantes.

De quién es esa foto tan magnífica?

Un abrazo.

e

Myriam M dijo...

Hola Esther, está sacada de allposters.com y se llama after de dance pero no cita a su autor/a, un besazo