Noche extraña. Vengo del Heliogabal de admirar el corazón valiente de una mujer, que canta como las hadas, con una mezcla entre fuerza y dulzura que me ha dejado patidifusa. Zahara (os pongo un link a su myspace) es una bomba de relojería de la que salen a la vez versos, confetis y pompas de jabón. A mí Zahara me saca las lágrimas, da igual si son de tristeza o de alegría. Llego a casa y me encuentro cara a cara con el sufrimiento, ya demasiado largo, de una de las grandes mujeres de mi vida. Desde aquí prometer que guardo el corazón de fieltro que me dio Zahara al entrar al concierto para ella. Para que, cuando todo termine, ayude a cicatrizar, aunque sea un poquito, a ese corazón tan valioso, pero tan lastimado, aunque tan fuerte
martes, 27 de mayo de 2008
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2 comentarios:
como mola oye.
weah!
Lilith, anoche no pude pegar ojo tras leer el post de la Maga. La vida me abruma.
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